VARISARQUITECTES

El proyecto quiere valorar el instrumento musical como objeto precioso, mágico y único, y mantener la unidad del espacio arquitectónico, incorporando las estructuras de ordenación, conservación y seguridad que requiere el material expuesto.
La implantación museográfica se apoya con proyecciones de imágenes relacionadas con los temas expuestos o con frases que tienen que ver con la historia de la música, o como hacerla, y que van apareciendo en las paredes.

La idea principal del proyecto parte de la voluntad de proteger los instrumentos en una serie de vitrinas diáfanas, que se cierran sobre sí mismas, provocando unas partes cóncavas y otras convexas, lo que genera pequeñas sub-salas, visibles a la vista y protegidas del sonido, que permiten escuchar la música colectivamente los espacios cóncavos, e individualmente en los convexos.

La sala acoge como un gran estuche, los instrumentos guardados en el orden que permite identificarlos. La sala se considera un gran estudio de sonido. La vitrina como contenedor de músicas, estancia íntima y objeto de objetos. No se pretende conseguir espacios escenográficos, la implantación museográfica es un soporte al servicio del oído, aunque deja complicidades para el sentido de la vista. Es una suma de estancias abiertas a la vista y cerradas en el oído.