VARISARQUITECTES

La estación de Foneria se ha tratado como un espacio unitario, dónde el vestíbulo, los espacios de comunicación vertical y los andenes, forman parte de un mismo escenario. Los diferentes espacios muestran la estructura que los rodea: las dovelas que forman el túnel, los muros del pozo cilíndrico, el encofrado de las losas y los muros de contención de los vestíbulos.

La iluminación se ha resuelto mediante unos anillos luminosos de dos tamaños distintos, de 4 y 2 metros diámetro, que acompañan al viajero desde el vestíbulo hasta los andenes que se iluminan mediante unos pórticos de luz. Ambos resaltan los techos de hormigón, las bóvedas del túnel y los muros pantalla del espacio central, remarcando el carácter de la gran obra de ingeniería. Se enfatizan las instalaciones con una luz escénica, y se potencia la iluminación en las zonas de paso, ascensores, escaleras, y accesos, buscando más un ambiente escénico, que una iluminación uniforme para todo el espacio. El uso de una tecnológica avanzada, con incorporación de leds, garantiza un consumo mínimo, una gran durabilidad, y un buen mantenimiento.
Los anillos de luz, colgados a poca distancia del techo, permiten jerarquizar el espacio, ocultar las zonas de acabado más irregular, restar protagonismo a las instalaciones, y bañar de luz los espacios. 

La forma de los andenes se corresponde a la geometría propia del túnel, y son diferentes entre sí. La del nivel superior tiene la curvatura propia de las dovelas cilíndricas del túnel, y el inferior se adapta al techo que separa los dos niveles de andén. En ambos se sitúan como único elemento de iluminación, unos pórticos situados cada 3,5m a lo largo de todo el andén. Son de policarbonato blanco, con luz de led en su interior. Su trazado simétrico respecto al plano de las puertas automáticas de cierre hacia las vías, permite que por el efecto espejo se complete la imagen del arco, evocadora del túnel, perdida ahora por la necesaria separación de las puertas de seguridad.