VARISARQUITECTES

Más de quince mil personas diarias, la mayor parte pequeñas, tenían que establecer un contacto lúdico y participativo con la música, el stand del Ayuntamiento de Barcelona dentro del marco del Festival de la Infancia y la Juventud.

Aunque el sonido general, único en el espacio y variado en el tiempo, tenía su origen en la participación del público, se presuponía un desconocimiento total de las técnicas musicales por parte de los visitantes.

Instalaciones como unos cortinajes de cascabeles, un pasillo de paellas o un frontón de tambores, permitían la participación en el espectáculo de percusión, en aquellos momentos previamente convinguts.

También estaba presente la disposición ortodoxa de las principales formaciones musicales de nuestra cultura : una orquesta de cámara, una orquestina de parque, una copla, una banda de jazz y un grupo de rock.

El color rojo dominante evocaba cierto carácter de las salas de fiesta y de conciertos.

Unas bandas verticales, también de moqueta roja, jerarquizar espacios, convertían la luz cálida e intentaban edulcorar la durísima acústica del local.Ayudó mucho trabajar solamente con luz escénica.