VARISARQUITECTES

Se trataba de implantar una exposición itinerante en conjunto del Salón del Tinell y la Capilla de Santa Agueda.

En la entrada una fachada de Finestrelles invitaba a volcarse sobre una maqueta de Berlin. Un ángel costodi le sostenía un cielo azul.

En la Capilla de Santa Agueda un andamio de hierro y tablones se convertía en larguísimo altar para celebrar una serie de episodios singulares en la historia urbanística y arquitectónica del Berlin de este siglo a punto de caducar.

Dentro del Tinell es mejor hacer caso de las curvas de nivel.

Un acostillar de armarios, con agujeros iluminados, individualizado cada original y compactaba el conjunto.

La colocación paralela a los arcos permitía una disposición exenta y autónoma de la exposición y una visión limpia de la sala.

Al fondo un velo translúcido tenía estampado un Berlin de colores.

De vuelta una avenida de luz urbana alinean las maquetas encima bidones.

Lámpara de vapor de sodio en la calle, flourescència blanca en la obra y manchando la vuelta del Tinell pinceladas de luz azul.