VARISARQUITECTES

La idea es llenar las Ramblas del Recuerdo de la Navidad. De día y de noche.

Según se mire, evocando un gran árbol de Navidad estirado pleno de sus guirnaldas luminosas y sus bolas doradas.

También, según se mire, evocando una gran calle llena de burbujas de cava, iconos vinculadas a la celebración de las Fiestas, tanto o más que el árbol. Y para terminar, debidamente iluminadas y agrupadas, estas bolas nos recuerdan los racimos del rojo acebo o el blanco desvanecido del muérdago, visitantes de casi todas nuestras casas durante estos datos.

Este efecto se consigue a través de unas esferas hinchables, de un metro y medio de diámetro, hechas con material textil impermeable y de color dorado, que las hacen visibles durante el día y que a través de una lámpara interior de bajo consumo, aportan visibilidad nocturna al decorado. Estas esferas disponen de un ventilador, que permite mantener sobrepressionades las bolas, para que presenten una forma perfectamente esférica. Estas grandes bolas inflables, se soportarán las farolas y árboles de las Ramblas y se complementarán con guirnaldas que reseguirán el ramaje interior de los 263 árboles de las Ramblas.